Un policía fuera de servicio y una enfermera salvan la vida de un hombre en parada en un gimnasio

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Policía Nacional

Un Policía Nacional adscrito a la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) de la Comisaría Provincial de Almería y una enfermera del Servicio de Urgencias del Hospital Universitario Poniente salvaron la vida de un hombre que entró en parada cardiorespiratoria en el gimnasio donde ambos entrenaban el pasado marzo.

Los dos miembros del personal de emergencias de la provincia finalizaban una sesión de «CrossFit» de una hora de duración en el centro deportivo «Mestizo» de la capital, cuando fueron alertados del desvanecimiento de un varón de unos 70 años de edad que practicaba gimnasia de mantenimiento.

Rápidamente verificaron la ausencia de constantes vitales en esta persona y comenzaron con las maniobras de reanimación cardiopulmonar mientras indicaban a los presentes que alertaran a los servicios médicos y les facilitaran el dispositivo DESA (Dispositivo de Acceso Público a la Desfibrilación) con que contaba el gimnasio. Todo ello siguiendo canónicamente los protocolos exigidos para este tipo de situaciones a pesar de la tensión del momento.

La fatiga es el principal enemigo para sostener en el tiempo una RCP, ya que requiere un ritmo constante y unas compresiones torácicas lo suficientemente profundas como para ser efectivas. Se estima que tras dos minutos de reanimación las compresiones del rescatador pueden dejar de ser funcionales.

A pesar de todo ello, y de que los dos profesionales venían de desfondarse durante una exigente sesión de ejercicio, lograron alternarse para prolongar la maniobra durante 15 minutos hasta que llegó la ambulancia, recibiendo la felicitación de los técnicos de urgencias que acudieron al lugar y que lograron trasladar al paciente al Hospital Universitario Torrecárdenas donde finalmente fue estabilizado.

Se reveló crucial para salvar la vida de esta persona la existencia de un dispositivo DESA «CardioLife» en el gimnasio Mestizo CrossFit, puesto que además de las compresiones requirió de dos descargas del aparato. Resulta significativo que el centro no estaba obligado por ley a disponer de este instrumento, pero es de vital importancia en este tipo de situaciones que suceden más de lo que pensamos.

Tal y como manifestó el agente de policía, también fue esencial la formación recibida en cuestión de primeros auxilios y el entrenamiento al que periódicamente se somete en su destino.

Los familiares del paciente pudieron agradecer la intervención del policía y la enfermera, que según los testigos y los sanitarios fue diferencial para mantenerlo con vida.





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