Detienen a una banda juvenil de inspiración grupal latina, multidelictiva y violenta en Barcelona

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Agentes de la Guardia Civil y de los Mossos d’Esquadra, con la colaboración de la Guardia Urbana de Barcelona, han desarticulado una organización criminal juvenil de inspiración grupal latina, multidelictiva y violenta, en el marco de la explotación de la investigación conjunta ‘Hellcat-Warriors’, dirigida por el Juzgado de Instrucción número 23 de Barcelona.

Esta organización de reciente creación estaba integrada por individuos en su mayoría de origen latinoamericano, que han sido detenidos por los presuntos delitos de organización criminal, tráfico de drogas, tenencia ilícita de armas y por protagonizar otros ilícitos, algunos de ellos especialmente violentos, como, por ejemplo, un robo con violencia y dos delitos de lesiones, así como tres robos con fuerza.

A diferencia de otras organizaciones criminales que actúan en Barcelona, los miembros de esta organización criminal compartían algunas señas de identidad, lo que los unía en su carrera delictiva. La organización desarticulada se autodenominaba “LDCM”, siglas que se corresponden con “Los Demons de Ciudad Meridiana” y los investigadores trabajan con la hipótesis que sus miembros pretendían organizarse de manera similar a los colectivos violentos propios de sus países de origen, si bien adoptando una autonomía e identidad propia.

En este sentido, la organización tenía una estructura clásica criminal, es decir, ordenación estable y perdurable, jerarquía en diversos niveles y distribución de roles y tareas determinadas entre sus integrantes con el fin de asegurar su actividad delictiva con elevado éxito de ejecución.

Esta organización operaba principalmente en el distrito de Nou Barris, en un área geográfica determinada, consiguiendo el control delincuencial de dicho territorio. Esto permitió a “LDCM” erigirse en muy poco tiempo como una organización delictiva destacada en el distrito de Nou Barris (Barcelona).

Asimismo, el desarrollo de la investigación permitió acreditar que los investigados se encontraban en posesión de armas de fuego y armas blancas, tales como machetes, hachas, cuchillos, defensas extensibles o catanas, las cuales podían utilizar en la ejecución de los ilícitos y como medio de agresión frente a integrantes de organizaciones criminales con los que mantienen rivalidad por el control de la actividad delincuencial, especialmente en lo que se refiere al tráfico de drogas.

Respecto a las estafas, las labores investigativas realizadas han permitido acreditar que varios de los investigados habrían recibido en cuentas bancarias abiertas a su nombre, cantidades de dinero cuyos ordenantes habrían interpuesto una denuncia por estafa bancaria. Asimismo, se ha detectado la suscripción de varios investigados a diferentes plataformas prestadoras de servicios, las cuales constituyen la estructura necesaria para la materialización de dicha actividad delictiva consistente principalmente en phishing y el smishing.

La ostentación en el uso de la violencia del grupo investigado a través de redes sociales fue in crescendo en los últimos meses. Sus integrantes fueron adoptando un sentimiento de impunidad, control y monopolio delictivo en su área geográfica de operaciones


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