Desarticulada una organización dedicada al tráfico de marihuana armada para prevenir narcoasaltos a la plantación que tenían en Reus

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Mossos d’Esquadra

Los Mossos de la Región Policial Camp de Tarragona ha detenido a cinco hombres, una de nacionalidad española y cuatro de marroquí, como presuntos autores de un delito contra la salud pública en su vertiente de tráfico de drogas y por pertenencia a organización criminal.

La investigación comenzó cuando a mediados de mayo los investigadores tuvieron conocimiento de que en una parcela de alrededor de Reus se podía estar haciendo un cultivo extensivo de marihuana. La plantación estaba rodeada por una reja metálica que no permitía la visualización interior aunque desde el exterior se podía percibir un fuerte olor a marihuana.

Por este motivo se hizo uso de uno de los helicópteros de Mossos para determinar la dimensión de la plantación. A partir de la observación desde el aire los policías también detectaron la existencia de una caseta con una construcción adosada en la azotea en la que había una silla que probablemente servía para llevar a cabo un punto de vigilancia para hacer vigilancias .

La investigación ha puesto de relieve que la plantación la administraba un grupo de cinco hombres que tomaban las máximas precauciones posibles para evitar que otros grupos criminales los asaltaran con intención de llevarse las plantas, lo que popularmente se conoce como narcoasalto.

En este sentido cabe destacar que la caseta adosada tenía una puerta blindada, inhabitual en este tipo construcción rural, y ventanas enrejadas, que sólo se entienden en un contexto de autoprotección. Además disponían de tres perros de razas potencialmente peligrosas, entrenados para ofrecer una respuesta en caso de un eventual ataque.

El día 14 de junio de madrugada se llevó a cabo la entrada y registro en la parcela con la participación del Grupo Especial de Intervención (GEI) dado el riesgo potencial que suponía el hecho de que hubiera varias personas armadas a su interior. Durante la preparación del acceso al terreno se pudo comprobar cómo al menos dos de los integrantes del grupo criminal estaban haciendo rondas de vigilancia, lo que obligó a coordinarse para llevar a cabo el asalto con éxito.

En la parcela había al menos dos puntos de vigilancia en parte de la propia caseta. En uno había una canana con munición para una de las escopetas, un machete y un objeto contundente similar a una maza. Este era el punto más alejado de la caseta, que permitía controlar el cultivo de marihuana desde el extremo contrario (la parte que no se veía desde la caseta) y disponía de sensores volumétricos de movimiento que la rodeaban.

En el momento de la entrada los agentes encontraron cinco hombres. Se da la circunstancia de que sólo había tres camas, hecho del que se desprende que mientras tres dormían los otros dos hacían tareas de guardia y vigilancia.

Durante el registro se localizaron dos armas largas (escopetas de caza) y dos pistolas, así como gran cantidad de munición (cartuchos del calibre 12, 16 y 9 mm principalmente), además de múltiples armas blancas y objetos contundentes fabricados por los investigados. También se intervinieron 2.271 plantas de marihuana.

El 16 de junio los detenidos pasaron a disposición judicial y el juez decretó su ingreso en prisión.





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