Agentes de la Guardia Civil, pertenecientes al servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Comandancia de Cáceres, han investigado a seis personas por presuntos delitos de incendio forestal, cometidos por imprudencia, en distintas localidades de la provincia de Cáceres.
Las causas son diversas: desde un cañón detonador utilizado como espantapájaros hasta chispas provocadas por herramientas como una radial o por la fricción con el asfalto de la rampa desplegada de un vehículo de transporte de animales, tendidos eléctricos defectuosos o el uso de humo para la caza de conejos.