La entrada del dirigente socialista Santos Cerdán en el Centro Penitenciario Madrid V, más conocido como Soto del Real, lo sitúa en una prisión emblemática por el perfil de sus internos. Este centro penitenciario ha albergado durante años a figuras de gran relevancia pública, especialmente políticos involucrados en casos de corrupción y procesos judiciales de alto impacto.
Una prisión con sello político
Soto del Real, ubicada en la sierra norte de Madrid, es conocida por haber sido el destino temporal de numerosos políticos, banqueros y empresarios. Entre sus internos más notorios han estado:
Luis Bárcenas, extesorero del Partido Popular, implicado en el caso Gürtel.
Rodrigo Rato, exvicepresidente del Gobierno y expresidente de Bankia.
Jordi Pujol Ferrusola, hijo del expresidente catalán, por delitos económicos.
Jordi Cuixart y Jordi Sànchez, líderes independentistas encarcelados preventivamente en 2017.
Varios implicados en los casos Púnica, Lezo, ERE de Andalucía y iDental.
El ingreso de Cerdán, acusado en un nuevo caso de corrupción política, mantiene la línea de perfiles que tradicionalmente ha acogido el centro.
Condiciones del centro
Inaugurada en 1995, la prisión de Soto del Real tiene capacidad para más de 1.200 internos, distribuidos en 14 módulos residenciales. El centro cuenta con:
Celdas de unos 10 metros cuadrados, en su mayoría individuales.
Módulos específicos para internos preventivos, penados y programas de reinserción.
Instalaciones deportivas (gimnasio, canchas exteriores) y espacios comunes como biblioteca, aulas y talleres laborales.
A diferencia de las prisiones de régimen más estricto, Soto del Real destaca por aplicar un modelo organizativo que favorece la convivencia pacífica, especialmente en los llamados “módulos de respeto”, donde se alojan internos sin incidentes disciplinarios.
¿Qué le espera a Cerdán?
Santos Cerdán ha sido ingresado como interno preventivo, lo que implica que aún no ha sido condenado. Como es habitual, sus primeros días transcurren en el módulo de ingresos, donde se le realiza una valoración médica, psicológica y social.
Posteriormente, Instituciones Penitenciarias decidirá su destino definitivo dentro del centro, en función de su perfil de riesgo y adaptación. Si no presenta incidencias, podría ser destinado a un módulo de respeto, donde la convivencia está regulada por normas internas consensuadas entre los internos y el equipo de tratamiento.
Reclusos sin violencia
Soto del Real no es una prisión de alta seguridad ni alberga perfiles especialmente violentos. La mayoría de sus internos cumplen prisión preventiva o penas por delitos económicos, políticos o mediáticos. Esto ha contribuido a su reputación de “cárcel VIP”, aunque sus condiciones distan de ser lujosas.
Cerdán compartirá entorno con otros presos que, como él, se encuentran inmersos en causas judiciales complejas y mediáticas, lo que convierte a Soto del Real en una especie de termómetro del poder bajo sospecha. FOTO IA GROCK